Paula...

http://www.fbernadet.org/ Es una fundación, que trabaja y lucha para la atención integral, prevención y sensibilización de los abusos sexuales a menores cometidos en el ámbito familiar y en el entorno de confianza del niño/a. El Centro Terapéutico y Jurídico de la Fundación Vicki Bernadet, ha atendido durante el primer semestre de 2016 un total de 582 nuevas consultas, relacionadas con una situación de abuso sexual en la infancia y/o adolescencia. Un 29’6% más que el mismo período del año anterior. Hablar abiertamente del abuso sexual infantil sigue siendo un tabú social, pero la realidad nos muestra que no podemos seguir así: 1 de cada 5 personas ha sufrido o sufrirá abuso sexual en la infancia   (datos del Consejo de Europa). Entre el 80-85% de los abusos sexuales infantiles se producen en el entorno familiar o de confianza. El 60% nunca recibirá ningún tipo de ayuda. El 90% no lo dirá hasta la edad adulta. En 2012 se creó en EEUU el movimiento llamado # GivingTu

Muchas de las cadenas que nos atan ya no son más fuertes que nosotras, hace mucho tiempo que teníamos la fuerza de poder romper con ellas. Ahora solo tienes que tener la fuerza de poder verlas. Si vas a romper con algo empieza por las cadenas que te impiden volar, las presiones que no te dejan ser feliz, rompe con todo aquello que no te deje crecer, con las situaciones que te hacen estar en contradicción contigo misma. Rompe con aquello que te haga sentirte víctima, recuerda nos hicieron víctimas, pero hoy somos personas luchadoras. Por eso lucha por crear un camino el cual solo elijas tú la dirección, sin presiones, sin prejuicios, sin condiciones, pero sobre todo que te acerque más a ti y te aleje de todo aquello que te impida ser feliz. Lucha por tú superación, por tus ganas de vivir, de ser mejor persona. Lucha por no tener presente un pasado tormentoso en el futuro. Lucha por hacer y ser aquello que te haga feliz. (Para todas aquellas personas que sientan atadas a cualquier s

A ti, que siempre has estado a mi lado, me has apoyado en todo y me has enseñado a luchar por mis objetivos. A ti, que me has demostrado que el animal más fuerte es una hormiga y yo era muy parecida a ellas. A ti, que a pesar de alejarte muchas veces de mí siempre has estado cuando he vuelto. A ti, por aguantar mis manías, aunque muchas veces te saquen de quicio. A ti, por aceptarme y no cuestionarme. A ti, por tener los brazos bien abiertos cuando he necesitado estar entre ellos para sentirme a salvo. A ti, por escucharme cuando lo he necesitado dejando todo lo demás. A ti, por confiar en mi cuando yo no lo hacía. A ti, por respetar mis decisiones y ponerte en mi lugar en todo momento. A ti, por acompañarme en la dirección que quería caminar. A ti, por estar a mi lado en los pasos más difíciles. A ti, porque no te he elegido, pero te elegiría siempre. A ti, por mejorar cada día como persona. A ti, porque te quiero incluso cuando te pones cabezón y no entras en razón. A ti, porque siem

Soy adicta a las caricias, las que te erizan la piel y te recuerdan lo que es sentir. A los abrazos en los que parece que todas las partes que tienes rotas se enganchan por arte de magia, a los besos en la frente que transmiten todo el cariño que yo misma no soy capaz de darme, a sentirme querida cuando no soy capaz de querer(me), a buscar cobijo cuando se me rompen las alas y no creo que sea capaz de volar… Y es que no conozco peor adicción que esta, mendigando el amor que no soy capaz de dar(me).                                 Siempre fue más fácil buscar fuera que dentro. Paula

Llevaba años gritando muy fuerte sin decir realmente nada, alejándome de mi y de todo lo bueno que me rodeaba por no atreverme a ponerle palabras a lo que me atormentaba. Ahora he empezado a ordenar las cosas y a llamarlas por su nombre, a aceptar cuando siento alguna emoción tanto positiva como negativa y expresarla. He aprendido que cuando algo me parece injusto debo luchar porque cambie, dejando aun lado la rabia y enfocando el problema des de otro punto de vista. Ahora es el momento en que me apetece sentirme escuchada, expresar lo que siento y hablar de lo que llevo años callando, sin miedo al que dirán, a sentirme juzgada. Siento que ahora es el momento de darle voz a mi gran tormenta, la que por desgracia no solo cae encima mío. Ahora es el momento de afrontar los problemas y dejar de mirar para otra parte.       Paula