Para ti, amiga loca.
Hablo de suerte porque una persona tan
cuadrada como yo, necesita una loca como tú. Que le enseñe a vivir el momento,
a dejar de tener que planificarlo todo y hacer en cada momento lo que siente, a
no pensar tanto con la cabeza y escuchar más al corazón, hablar con todo el
mundo, porque siempre hay algo que aprender de los demás. Incluso me has
enseñado a tener paciencia cuando he tenido que esperarte horas, (porque querida
amiga loca tú y la puntualidad no os conocéis). Sobre todo, he aprendido que el
amor se puede dar de mil maneras.
Recuerdo cuando apareciste en mi vida, en el
inicio de una etapa y te hiciste con el sitio perfecto en mi vida. Ojalá no te
vayas nunca de ahí. Aunque estés en la otra punta del mundo, ese hueco es para
ti, te lo has ganado con creces. Soy consciente de que tenemos la tarea
pendiente de aprender a soltar, pero tengo un pálpito: no tendremos que
soltarnos nunca.
Se que de ti he aprendido muchísimas cosas y
me quedan mil más por aprender, más las que aprenderemos juntas en el camino.
Hay algo que quiero recordarte; no te olvides
de ti, es genial dar a los demás, pero de vez en cuando hace falta recibir de
uno mismo. Te lo dije una vez y te lo repito, para seguir brillando hay que
dejar que te alumbren cuando más lo necesitas. No todo el mundo tiene la
capacidad de ser luz sin deslumbrar a nadie, pero es que tú encima tienes la
capacidad de alumbrar a todos los que te rodeamos y eso amiga, es magia. A tus
inseguridades también quiero recordarles algo, rendiros alguien con tanta luz
no necesita frenos. Por cierto, no dejes de tener esa maldita costumbre de ver
más allá del desastre y de recordarle al mundo que las personas no solo son,
también se comportan.
Aunque nada cambie si uno mismo cambia todo
puede cambiar y tú eres ese cambio individual que poco a poco hará que este
mundo sea un lugar mejor, asique he llegado a la conclusión que magia eres tú.
feliz vida,
feliz tú,
siempre.
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